La vida cuando eres residente puede llegar a cambiar mucho. Dos años pasé entre libros estudiando y no muy conectado socialmente. Ahora vivo una época llena de estimulos, gente nueva y muy interesante, actividades nuevas por realizar.
Este fin de semana fue uno de esos llenos de pequeños momentos, un acto de recepción de nuevos residentes en el colegio de médicos que me sirvió para conecer gente y disfrutar de nueva compañía, un deporte , el Surf (que hace mucho tiempo quería empezar); y una actividad tan sencilla como placentera, visitar mi cafetería favorita con un libro cualquiera. Y es que para estar bien hace falta muy poco, pero hace falta dar un cambio de actitud y valorar lo que se tiene. La residencia es un periodo de formación remunerado que España ofrece, es modélico. Tendríamos que estar orgullosos y sentirnos afortunados de nuestro sistema pero al mismo tiempo habría que hacer hincapié en la necesidad de retener a los médicos que ser forman aquí. Los españoles que no emigren y a los extranjeros yo les daría la nacionalidad para empezar y luego haría lo posible para que se quedasen. Para todo ello hace falta mejorar nuestro sistema de salud y dejarnos de falacias diciendo que no hay dinero para sanidad y educación y sí para mantener una casta política con cuatro sistemas administrativos.
Pero si por algo estoy realmente contento hoy, es por haber empezado a hacer Surf, un deporte que siempre quise practicar pero que por diversos motivos nunca pude. Primero por economía, exige algo de inversión no desorbitada que hasta ahora no he podido realizar, y segundo porque creía que era algo no accesible y que simplemente no podía hacer. Ahora me planteo que por qué no, por qué no probar a realizar este curioso deporte que lo abordo con 28 casi terminados y que siempre me llamó la atención. Parece que con la edad que tengo no puedo aprender a montar en monopatín, a hacer surf; parece como si la vida esuviese determinada, predefinida, encorsetada. Pues ya no para mí, empecé a montar en monopatín el día que cumplí 28 y ahora con los 29 a la vuelta de la esquina empiezo a practir surf. Nunca es tarde para empezar a hacer algo que siempre tuviste en mente, nunca es tarde porque vida solo hay una y tiene que ser una sensación no muy agradable mirar para atrás y decir «al final no hice eso porque no me atreví».
Por tanto, ahora que la residencia te da una manera de ganarte la vida, aprovecha para hacer y poner en práctica aquello que siempre quisiste. Da igual el cuando y el como, y recuerda lo que dijo Mark Twain: «Dentro de 20 años estarás más decepcionado por lo que no hiciste que por lo que hiciste».
Residente de Radiodiagnóstico. H.R.U de Málaga. Avda. Carlos Haya s/n. 29010 Málaga.
RadiodiagnosticAndo 
Deja una respuesta