Hay inquietudes, gustos, en definitiva sueños que constituyen esa parte de nosotros que nunca mostramos, una parte que mantenemos oculta y los motivos son varios, el principal es la vergüenza. Es todo aquello que siempre quisimos hacer y no pudimos, aquello que intentamos y no logramos, aquello que se nos escapó de la mano y nunca más conseguiremos. Nos callamos la boca y punto porque ya bien sea por el momento, la edad, el poco tiempo que te deja tu trabajo o lo que sea que podamos poner como excusa, parece que ya no está a nuestro alcance.
Esto es relativo, mientras hay vida, hay esperanza. Por tanto, aun estás a tiempo de hacer lo que siempre te gustó, pero que nunca te pusiste manos a la obra para alcanzarlo. Un ejemplo: Me compré un monopatín con 28 años y empecé a darle al cacharro. Al principio me costó mantener el equilibrio y ahora me desplazo casi por donde quiero. Vale, no hago saltos espectaculares ni voy a velocidad de vértigo, pero me da igual. Soy feliz montado sobre un monopatín de cuatro ruedas, ya no solo porque es divertido, sino porque es algo que siempre quise hacer y no me atreví cuando era más joven. Al final conseguí vencer mis excusas y ahí estoy pasándomelo bien sin necesidad de hacerme la nueva estrella mundial del skate. No me quiero poner a la altura de Carlos Soria, montañero de 74 años que acaba de coronar el segundo pico más alto de la Tierra, el Annapurna; pero la idea es esa: mientras hay vida, hay esperanza. Siempre hay tiempo para hacer lo que te gusta, el tamaño de la empresa lo pones tú y tus condiciones; pero no hace falta mucho para disfrutar.
Otra cosa que siempre me dio vergüenza fue publicar un blog… y aquí también estamos.
Mostrar estas cosas es algo positivo. Puedes encontrar gente con gustos afines y puedes motivar a que otros también venzan sus excusas y vergüenzas. A mí, mi CoR «el Luiso» me ha echado un cable importante en esto y me ha mostrado su lado musical. Así, me ha hecho perder el miedo a hacer algo que siempre me gustó y nunca pude, me dio el apoyo para encontrar un mundo que siempre busqué y nunca supe cómo encontrarlo. Hoy en día hago rap con él, sí, creo que podría decirse ya así. «Fede y Luiso» y en Bucle Studios del otorrino Maxi andamos grabando. Toda una experiencia, diversión constante, algo fresco. Un mundo nuevo de música, instrumentos, producciones, grabaciones y mucho más se abre ante mí… Genial.
Ya lo puse en un post antiguo «solo sé de medicina…» y por tanto ni de medicina sé. Demos el paso para llevar a cabo esa otra cosa que nos gusta, diferente, productiva, buena, motivadora. Esto se plasma en tu día a día, por ejemplo en tu trabajo. Hoy hemos grabado nuestra primera canción, que sonará mejor o peor y gustará más o menos, pero estoy muy contento porque al fin y al cabo se trata de pasar un buen rato ¿Cómo voy mañana al curro? Pues con una sonrisa de oreja a oreja, cómo iba a ser si no.
Muestra lo bueno que tienes, con humildad, que salimos ganando todos.
Deja una respuesta