Those with access to these resources – students, librarians, scientists – you have been given a privilege- Aaron Swartz.
Hace unos días, una de mis nuevas resis me preguntaba por algún libro de referencia de radiología. Mi respuesta fue la misma que me dio un gran amigo mío cuando lo formulé una pregunta parecida, hace dos años ya, cuando inicié mi andadura por la residencia: «Te aconsejo que esperes todo lo que puedas antes de comprarte un libro. Así veras mejor qué te hace falta».
Al principio, cuando uno entra al hospital como R1, el desconocimiento sobre a lo que nos vamos a enfrentar y el miedo al trabajo que vamos a empezar, nos hacen buscar como locos información médica que calme tamaña ansiedad. No sentimos descolocados, es el resultado de la tan brillante docencia y prácticas que se han montado en las diferentes facultades. Que no se me malinterprete: las oposiciones internas de los departamentos que brindan profesores/loros que no hacen mas que recitar teoría y la mierda de seudo-prácticas impartidas en la mayoría de facultades de medicina hacen que nos encontremos con estos lodos, el de una formación deficitaria. ¿Alguién sabe leer una placa de tórax cuando sale de la facultad? ¿Alguien ha hecho una anamnesis en condiciones antes de que le den el título?
Sin comentarios.
Pero volviendo al tema de los libros. Nadie discute que la información que contienen es muy valiosa y útil, pero con el devenir de los tiempos y la velocidad a la que se produce la información, ¿es la mejor herramienta? Parece que ya no. La verdad, yo todo lo que estudio (que debería ser mucho más) lo saco de los artículos de internet, blogs de radiología y de publicaciones de la revista de radiología de la SERAM, creo que es la mejor manera de acceder a una información de calidad y sobre todo actualizada. La información sobre una patología cualquiera, se actualiza mucho más rápido, es más accesible y se obtiene en mayor cantidad que la que se publican en los libros. Y todo gracias a internet, que es la verdadera herramienta de conocimiento hoy en día, no en vano, se calcula que la velocidad de duplicación de todo el conocimiento humano es ahora de 1 a 2 años.
Y añado, nos toca a todos compartir esa información. Sobre todo los médicos, que nos ocupamos de algo tan importante como la salud, tenemos la responsabilidad de transmitir nuestro saber a todo el mundo. No es justo que algunos tengan acceso a revistas de pago subvencionadas por el hospital, laboratorios, universidad o pagadas de tu bolsillo y en otras partes del mundo, otras personas o médicos no puedan disfrutarla simplemente porque no tengan el dinero o una conexión decente a la red. Nos toca a los que sí tenemos ese privilegio compartirla; es una obligación moral compartir el conocimiento, que no es otra cosa que una herencia cultural.
Hagamos esa aportación al mundo.
Lectura recomenda: The Guerrilla Open Access Manifesto.
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