Es inmensa. La India es un sitio que te incomoda. Mejor dicho, es un sitio que te saca de tu zona de comfort desde el primer momento, afortunadamente es así. Su caos, su grandiosidad, su gente, su olor, su picante, su calor, su superpoblación, sus contrastes, su miseria, su multiculturalidad, su estrés, que me vean como a un euro con patas y todo el resto de cosas que le hacen tan común a otras regiones y tan peculiar al mismo tiempo, me han enseñado muchas cosas. Como siempre, analizando a toro pasado, te quedas con la experiencia de lo vivido. He pasado calor, estrés, diversión, aburrimiento, compañía, soledad, miedo, he visto templos y paisajes, me han timado, me he reído, me he puesto enfermo, he hechado de menos, he hechado de más… La bulliciosa Mumbai, las cuevas Ellora, los chai de las esquinas, el tren y el show que se monta en los vagones, las playas de Goa y los que allí conocí, los templos de Hampi, Richard en Mysore, Kerala con sus playas, pescadores y backwaters. Todo para mí, que trato de ser, aunque con minúsculas, antes viajero que turista.
Cuando vuelves a la rutina, la reflexión se acentúa. Lo mejor es mostrar a todo el mundo las conclusiones y vencer al miedo.
Si el año pasado la cantinela era «estás loco por irte solo y el miedo que va a pasar tu madre», este año se vino el «¿te vas solo y tu novia no te acompaña?». Vayamos por partes.
Lamentablemente, en lo que se refiere al hecho de viajar como mochilero a otros sitios más «desconocidos» me doy cuenta de que la cultura mediterránea en la que vivimos es tremendamente perjudicial. Básicamente te llenan de miedo. A mis 30 y pico años empiezo a viajar como mochilero y ahora en la India vuelvo a descubir chicos y chicas jóvenes de 19, 20 ó 25 años que llevan mucho tiempo haciendo este tipo de aventurillas. Se me viene a la mente Lirim, mujer procendente de Israel, viajando sola con 22 años por la India durante 3 meses, en semejante lugar del mundo y haciendo frente a los prejucios personales y sociales que pueda traer de casa. Aquí en mi España, hay hombres y mujeres adultos que no pueden pasar ningún día sin llamar por teléfono a mamá, no vaya a ser que se preocupe y termine avisando a la Guardia Civil.
Soy consciente de que incluso para los expertos, comparar indices de criminalidad y agresiones sexuales entre países es complicado, pero intentando investigar encuentro que según la UNODC en 2012 el índice de homicidios en India era 3,5. EE. UU lo tiene en 4.8, Finlandia 2.1, México 19, Honduras 91.6, España <1. En cuanto a las agresiones sexuales, India tiene un índice de violación de 1,8. En España es de 2,7. Al margen de los números y tras preguntar por allí a algunas mujeres, ninguna me dijo haber pasado miedo en este aspecto. Mi impresión personal tras haber estado por ciudades y zonas rurales es que la India es un sitio con 1.5 mil millones de habitantes, donde supongo que hay de todo, pero que en general es un sitio muy seguro donde el sensacionalismo, como no de los medios de «información», ha vuelto a hacer de las suyas.
Y como novedad este año estrenamos pareja. Espadas al aire que el Fede se va a la India y se deja a la novia en tierra. Allí, solo por esos lares, que a ver qué hago, con quién me cruzo, cuidado con los affaires que puedan suceder, que eso va a ser que la pareja no funciona bien, que la Sonia de buena es tonta, que qué desprecio a la pareja, que a los hombres hay que tenerlos cortitos para cuando vengan los hijos… Ellas suelen decir eso y algunos de ellos también.. aunque la mayoría de los muchachos me confiesan que lo que tengo en verdad es mucha suerte.
Si hay algo que me aburre, son los corsés mentales. Entiendo que el vulgo que vive en ese submundo tan matriarcal, a rebufo de unas supuestas reglas sobre lo que es una dupla y la felicidad reaccionen así. Admitir otra alternativa de pareja sería asumir directamente su propia equivocación y en algunos casos el motivo de su fracaso. Para mí, tener pareja no significa estar juntos hasta para ir al Mercadona. Concibo el compartir con otra persona desde el complemento y la tolerancia y bajo ninguna condición pienso renunciar a mis sueños ni voy a hacer renunciar a nadie a los suyos. Esto se trata de ayudarse para ser más féliz. Y cuando la casa, el coche y los hijos (el supuesto triunfo social) lleguen, si es que algún día lo hacen, mi pareja y yo, si llegamos juntos a tal instancia, ya nos organizaremos de la mejor manera que nuestra madurez y libertad de pensamiento nos puedan proporcionar con el fin de alcanzar nuestras espectavivas y vivir una vida plena. A la manera que nos inventemos nosotros. ¿Por qué estoy tan seguro? Por conozco que gente que lo hace, porque lo veo en mis viajes y porque lo que más me gusta de ellos es la sonrisa de oreja a oreja que tienen.
Para mí, es bastante sencillo escaparme de los tentáculos de la estupidez colectiva, pero hay mucha gente que finalmente ve frustradas sus inicitavas y sueños por tener que ajustarse a las maneras de vida establecidas por no sé quién. A todos ellos les recomiendo un viaje, por ejemplo, al planeta India.
Me alegro que te haya gustado el viaje. India debe ser ser un pais maravilloso por lo que todos cuentan y está claro que vayas donde vayas en todos sitios se aprenden cosas fantásticas para tu vida.
Gracias. Ha merecido la pena.