El hospital como reflejo de la sociedad.

Si comparamos nuestra vida actual con la Edad Media, podemos observar que con el devenir del tiempo y la llegada del capitalismo, se ha producido un desarrollo ínedito en la historia del ser humano. Vivimos en una sociedad de abundancia y desarrollo, con un aumento espectacular de la expectativa de vida en los últimos 200 años (entre ortras cosas gracias a la medicina, la científica por supuesto) y una disminución tremenda de la pobreza. Sin embargo, llegados a esta situación «paradisiaca» que muchos definen como «el mejor de los mundos posibles», se ha producido otro evento tremendo: la muerte de la utopía. Nadie cree de verdad que sea posible cambiar este sistema, aún a sabiendas de que el capitalismo se haya convertido ya en un sistema insostenible (no creo que sea necesario entrar en poner ejemplos).

Este entrada va sobre la muerte o el desprecio a la ideas, cosa que se refleja en nuestras instituciones, las cuales son a su vez el reflejo del funcionamiento de nuestra sociedad. El hospital no iba a ser menos.

Vivimos en una sociedad frívola, como la mayoría de médicos y gestores, donde nadie puede hacer mucho, ya que la red institucional y el SAS del que dependemos, es en realidad un monstruo, un laberinto de personas, burocracia e intereses que nos permite poco o ningún movimiento. Y nadie cree que sea posible cambiar esto. ¿De que sirven las ideas, la política, la moralización y el debatir? Pensamos para nada puesto que el mercado manda y menoscava las ideas en aras de conseguir eficiencia, es decir, aquí lo unico que sirve es la tecnocracia. En la política, la jurásica separación entre la izquierda y la derecha solo se mide ya en un punto arriba o abajo sobre el impuesto de la Renta, mientras que en el hospital lo único que importan ya son los objetivos y las cuentas. Prima más la cantidad que la calidad y en sanidad, cuando se pierde calidad, se pierde humanidad y sin eso, el médico no es nada.

Hagámonos preguntas. ¿Cómo somos capaces de ver un paciente días enteros esperando en un pasillo para que le den una cama en una planta? ¿Cómo somos capaces de aguantar el colpaso de la urgencias en verano? ¿Cómo somos capaces de tolerar que esté  media planta cerrada en verano porque no se cubren los puestos por las vacaciones? ¿Como podemos aguantar que un paciente aguante dos años para hacerse una prueba? ¿Cómo podemos aguantar que en Málaga no haya aun una unidad de código ictus bien equipada? ¿Cómo aguantamos que no se contraten radiólogos porque no hay dinero, cuando hay cientos de pruebas derivándose a clínicas privadas? ¿Cómo aguanta un facultativo renovando un contrato mes a mes durante años? ¿Cómo aguanta un residente que su adjunto no le ayude en una guardia y lleve él solo todo el peso de la misma, aunque ni siguiera este capacitado por falta de formación? ¿Cómo aguanta un médico de guardia cuando el 90% de los paciente vienen por patologias banales y encima algunos demandando, insultado y en ocasiones hasta agradiendo? ¿Cómo un médico aguanta reclamaciones que no dependen directamente de su trabajo?

Respuesta: aguantamos porque pensamos que es imposible cambiarlo. Es decir nos resignamos y terminamos haciendo lo que pasa en la sociedad: lo único que importa ya es el «tú mismo» y «hacer lo tuyo»…. y tirando pa casa que es gerundio. Pregúnten y encontarán, hoy en día es impresionante la cantidad de gente que tras haberlo hecho todo (estudiar, trabajar, tener pareja, formar una familia, comprarse la casa, etc…) se siente VACÍA. Y como las ideas ya no se llevan, todo es relativo y reflexivo y la utopías son imposibles, ¿qué hacemos? Pues no me extraña que hoy en día las religiones y el budismo (mejor dicho el refrito de budismo que llega a occidente) estén ocupando ese nicho. En vez de mirar para afuera (a la comunidad), miramos para adentro (al interior y a psicoanalizarnos… a meditar con youTube inclusive), mejor evadirse a algun lado que afrontar la realidad. Mejor estar en paz con uno mismo (aunque sea por un ratito) que el comunismo.

La muerte de las ideas la resprenta muy bien una frase con la que me espetaron hace unos días:

» A mí los pensadores me la sudan, creo que sobre en el mundo de las ideas ya esta todo dicho»

Respondamos mejor con un texto de Rutger Bregman muy ilustrativo en estos tiempos tan tuiteros y titiriteros:

«Como el humor y la sátira, las utopías abren las ventanas de la mente. Esto es vital. A medida que envejecen, las sociedades y las personas se acostumbran al statu quo, en el cual la libertad puede convertirse en una prisión, y la verdad, en mentira. El credo moderno – o peor, la creencia de que no queda nada en que creer- nos impide ver la cortedad de miras y la injustica que áun nos rodea a diario»

Me considero una persona muy féliz y estoy agradecido con mi realidad lo cual no significa que esté satisfecho. Soy un insatisfecho y un admirador de los pensadores que debaten sobre el conocimiento, sobre la sabiduría del vivir bien. Y eso debería pasar por vivir de puertas para afuera, lo cual es una expresión parcial, como la verdad.

Anuncio publicitario

Residente de Radiodiagnóstico. H.R.U de Málaga. Avda. Carlos Haya s/n. 29010 Málaga.

Publicado en Blog

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Calendario
abril 2017
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
A %d blogueros les gusta esto: